Se dio cita en las instalaciones del Museo de Arte Popular de la Ciudad de México. Convcado por la OMPI, se llevó a cabo en agosto de 2010.
Un fragmento de lo ahí expuesto:
"Desde siempre he hecho cosas con
las manos pero antes era para regalar, para usar en la casa, no estaban
pensadas para vender. De pronto la vida me enseñó que estas cualidades podían
constituirse como una forma de sustento, de ahí que empecé a vender. Cuando
esto sucedió, me di cuenta de que la gente identificaba el valor cultural de lo
que hacía. Entendí que es una forma de vida muy rica, porque la cultura es
inherente al ser humano. Cuando nosotros elaboramos estas piezas culturales lo
que transmitimos es precisamente nuestra historia, nuestro pasado familiar, nuestra
visión del mundo, nuestra cultura. Por eso es importante proteger y divulgar
nuestro trabajo"