Retacitos® nació cuando descubrimos la tradición que hay en Xochimilco, DF de regalar la última muñeca a las quinceañeras en su fiesta. Es un momento muy especial que se anuncia por el micrófono y todos los invitados ven ese último juguete que recibirá la niña que ahora es mujer, se designa un padrino o madrina con meses de anticipación para la elección de este regalo. Además de cambiarle los zapatos planos por zapatillas y otros símbolos igual de importantes. Algo mágico es que no sólo es de relevancia durante la fiesta, al comentar con las vecinas, ellas nos mostraban su última muñeca en perfectas condiciones, así que no fue importante sólo en la fiesta sino a lo largo de la vida de las Mujeres.
Cuando mi hermana menor cumplió quince, yo le platiqué esto y le dije que yo sería su madrina del último juguete. Así fue, y como no sabía coser muy bien quedó un poco chueca pero llena de cariño. Le gustó mucho y por esas fechas hice un par de conejos para regalar en navidad y fueron muy festejados, así que pensé en hacer más. A principios de 2003 me invitaron a una feria de artesanos y micro productores del sur de la ciudad de México. Hice muchas muñecas y me registraron como artesana de la delegación Coyoacán. Posteriormente, me convocaron a formar parte de la Galería al aire libre más grande de México, en la Plaza de San Jacinto, San Ángel, en la ciudad de México y desde entonces, mi esposo también comenzó a hacer juguetes; después conocí a Carmen quien cose a máquina buena parte de las muñecas, también participan sus hijos y sobrinos; posteriormente conocimos a Francisca, quien hace algunas partes del decorado y sus hijas se divierten peinando a las muñecas.
Cuando mi hermana menor cumplió quince, yo le platiqué esto y le dije que yo sería su madrina del último juguete. Así fue, y como no sabía coser muy bien quedó un poco chueca pero llena de cariño. Le gustó mucho y por esas fechas hice un par de conejos para regalar en navidad y fueron muy festejados, así que pensé en hacer más. A principios de 2003 me invitaron a una feria de artesanos y micro productores del sur de la ciudad de México. Hice muchas muñecas y me registraron como artesana de la delegación Coyoacán. Posteriormente, me convocaron a formar parte de la Galería al aire libre más grande de México, en la Plaza de San Jacinto, San Ángel, en la ciudad de México y desde entonces, mi esposo también comenzó a hacer juguetes; después conocí a Carmen quien cose a máquina buena parte de las muñecas, también participan sus hijos y sobrinos; posteriormente conocimos a Francisca, quien hace algunas partes del decorado y sus hijas se divierten peinando a las muñecas.
Juntos hemos constituido un equipo de personas que trabajamos con mucho cariño, conscientes de la importancia de elaborar juguetes con características particulares como cada individuo, en casa, en familia, con amor, compartiendo el tiempo con nuestros seres queridos y eso lo reflejamos en nuestro trabajo. Por eso, para nosotros es muy significativo que te identifiques con el juguete que hayamos hecho, que lo sientas propio, que estés convencido de que tienes no sólo un juguete, sino un pedacito de vida de quien lo hizo, una historia, una visión del mundo... un mensaje.